Bienvenida

Tengo que reconocer que el cariño es más fuerte que el exceso de equipaje. Sophie, te agradezco mucho, muchísimo, haber cargando tanta chela desde Bruselas.

A veces no podemos estar cerca de los amigos tanto como quisiéramos, pero hoy por fín, comí con Sophie una de mis amigas favoritas. Después de muchos meses de no vernos retomamos una plática que parecía haber quedado inconclusa ayer.

Vas creciendo y reconoces que no hay absolutos. Quizá en algún momento de tu vida juraste no hacer algo y hoy ya está hecho. Uno se vuelve más tolerante y sencillo. La radicalidad va desapareciendo con la experiencia y los trancazos emocionales. Nos hemos librado de términos fundamentalistas (siempre, nunca, etc.) que utilizamos durante nuestra veintena y que van tomando otro significado a los 30.

Me da gusto verla feliz y ella, se dio cuenta que yo también me la estoy pasando muy bien.

¡Salud!