Lunes 10 am, en la oficina:
C: Amé que crees? Anoché soñe contigo.
A: Espero que haya sido algo bueno.
C: Pues...No, la neta soné que te encabronabas, gritabas, patalebas y... te comias un pajarito vivo.
A: ¿Qué pájaro era?
C: No sé, más bien creo que era un pollo, pero era chiquito, talvez un periquito.
Interviene una tercera persona en el diálogo lo llamaremos "M" de metiche.
M: Orale Amé, cómo te ven...Tienes un reinado del terror.
A: Hemos estado presionados, hay exceso de trabajo.
M: Pero de todos modos, qué imagen.
C: Pero fue un sueño, igual nunca te he visto tan enojada.
Lunes 12 am, también la oficina:
F: Amé, soñé que te rapabas
A: Creo que la cena de ayer estuvo pesada, no?
F: En serio, ibas y le donabas tu cabello al Teletón.
A: Prefiero comerme un pájaro.
F: Que insensible, por qué lo dices.
A: No por nada, es solo que me acabo de imaginar pelona, enojada y comiéndome un pájaro vivo.