Una acalorada discusión vía mail sobre los “riesgos” de correr. Han provocado esta sentida entrada dedicada al deporte que más satisfacciones me ha dado: El atletismo de fondo.
Para los lectores de este blog es sabido que la que escribe ha dedicado el último año de su vida a un entrenamiento que tiene como objetivo completar una maratón. Y lo que hace unas horas desató mi ira fue artículo de lo más torpe y bobo acerca de lo peligroso que resulta correr (por supuesto que los autores de esta teoría son unos gringos “white trash” y seguramente obesos) solo porque a alguién se lo ocurrio “googlear” la frase: Lo negativo de correr.
Cómo no quiero polemizar un argumento tan pobre, me enfocaré a dejar claras tres valiosas aportaciones de esta histórica disciplina deportiva, que además de barata (no necesitas ni los tenis, los kenianos y jamaiquinos corren con lo que pueden, aun así ganan) práctica (se puede hacer casi en cualquier lugar) y entretenida (con el iPod y un chip, puedes checar tus avances en velocidad y resistencia con el plus de que al mismo tiempo escuchas música)
Por ahí alguien me dijo que correr era aburrido y sin sentido (respetable) Lo que me lleva a considerar que correr hace que estés demasiado tiempo contigo mismo y si no te caes bien debe ser una pesadilla. Los que corren son felices no solo por las endorfinas, sino por que te vuelves consciente de que eres poseedor de uno de los mecanismos más complejos y funcionales que existen. No hablo del culto al cuerpo, sencillamente apelo a la consideración que debemos tenerle al organismo. Si uno se deteriora física o mentalmente la armonía se pierde.
He corrido en varias pistas y zonas de la ciudad. Aun no me ha tocado ningún caso de muerte súbita o incapacidad de por vida por hacer deporte (se que hay casos donde la genética o la impudencia juegan un papel fatal) claro que no hay que hacerlo a loco y combinado con dietas que dependan del ciclo lunar. Mucho menos sin un entrenador o plan de preparación.
Tengo 42,195 razones para seguir corriendo y la neta son tan mias, que no me da la gana explicarlas. No he tenido la intención “convertir” a nadie al atletismo. Las campañas negativas y sin argumentos siempre me han molestado.
Para los lectores de este blog es sabido que la que escribe ha dedicado el último año de su vida a un entrenamiento que tiene como objetivo completar una maratón. Y lo que hace unas horas desató mi ira fue artículo de lo más torpe y bobo acerca de lo peligroso que resulta correr (por supuesto que los autores de esta teoría son unos gringos “white trash” y seguramente obesos) solo porque a alguién se lo ocurrio “googlear” la frase: Lo negativo de correr.
Cómo no quiero polemizar un argumento tan pobre, me enfocaré a dejar claras tres valiosas aportaciones de esta histórica disciplina deportiva, que además de barata (no necesitas ni los tenis, los kenianos y jamaiquinos corren con lo que pueden, aun así ganan) práctica (se puede hacer casi en cualquier lugar) y entretenida (con el iPod y un chip, puedes checar tus avances en velocidad y resistencia con el plus de que al mismo tiempo escuchas música)
Por ahí alguien me dijo que correr era aburrido y sin sentido (respetable) Lo que me lleva a considerar que correr hace que estés demasiado tiempo contigo mismo y si no te caes bien debe ser una pesadilla. Los que corren son felices no solo por las endorfinas, sino por que te vuelves consciente de que eres poseedor de uno de los mecanismos más complejos y funcionales que existen. No hablo del culto al cuerpo, sencillamente apelo a la consideración que debemos tenerle al organismo. Si uno se deteriora física o mentalmente la armonía se pierde.
He corrido en varias pistas y zonas de la ciudad. Aun no me ha tocado ningún caso de muerte súbita o incapacidad de por vida por hacer deporte (se que hay casos donde la genética o la impudencia juegan un papel fatal) claro que no hay que hacerlo a loco y combinado con dietas que dependan del ciclo lunar. Mucho menos sin un entrenador o plan de preparación.
Tengo 42,195 razones para seguir corriendo y la neta son tan mias, que no me da la gana explicarlas. No he tenido la intención “convertir” a nadie al atletismo. Las campañas negativas y sin argumentos siempre me han molestado.
Las cabezas parlantes gritaron este coro:
Psycho Killer
Qu'est-ce que c'est?
fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run away