miércoles, 14 de abril de 2010

26 miles to the sea Vol. ll


Milla 14
Comenzaba la cadenciosa canción de Si*Sé, “The rain (where do i begin)” Aportación de mi querido amigo Richard que hace algunos años me regaló este disco. A la mitad de la milla todavía sobre Sunset Blvd sonó “Praise you” de Fat Boy Slim que me hizo acelerar el paso.

Milla 15
Como ya es costumbre, tengo suerte con los tropezones, esta vez no pasó a mayores pues un considerado corredor logró tomarme de brazo antes de resbalar con una cáscara de naranja. Le di las gracias y noté que corría con un turbante en la cabeza (no supe de que nacionalidad era exactamente) imaginé el calor adicional que representaba correr con algo así cubriéndote la cabeza. Al retomar el paso sonaba “She´s a rainbow” (mejor conocida cómo la canción de los conejos, por ser la música de un anuncio publicitario donde brotan conejos de todas partes) de los Rolling Stones que me hizo olvidar el mal paso.

Milla 16
A esta altura ya llevaba más de 25K, así como cuando pago con otras monedas fuera del país, recuerdo el sabio consejo de mi cuñada: No conviertas o te asustarás de lo que has gastado. Continué mi recorrido con una de mis canciones favoritas para correr, raro porque realmente no tiene un ritmo intenso sino es delicada, quizá si no fuera una canción sería una lágrima o un gesto de despedida. Se trata de “Your ex-loved is dead”de los maravillosos Stars.

Milla 17
Ya estaba en el Whilshire Blvd, cuando otra canción en señal de amistad sonó en mi ipod. “Between planets” de The Jesus and Mary Chain (Chapuuuuuuu, gran aportación), terminé esta milla con “Many shades of black” de mis consentidos Raconteurs (L, gracias por comprarla de última hora en iTunes).

Milla 18
Cuando vi que me acercaba a Santa Mónica Blvd, me dió mucha emoción, pues según mis cálculos ya estaba sobre el K30, me sentía muy bien, con fuerza, energía y sobre todo ganas de seguir corriendo. Aquí escuchaba “Ceremony” de New Order (si, Gabriel, dije que no me gustaban, pero esta rola si) Ya para el último tramo sonó “Today” de los Smashing Pumpkins.

Milla 19
Ahora si, estaba corriendo una distancia que jamás había corrido, mi carrera más larga durante el entrenamiento había sido 32K. Escuchaba “Answer to yourself” de Soft Pack (que raro nombre para una banda, eso lo pensé mientras corría) Otra vez tuve hambre y sed, asi que tomé de manos de los voluntarios dos mitades de naranja y powerade. Mientras saboreaba mis cítricos (me encanta esta palabra) escuchaba a la maravillosa Doris Day cantando “Perhaps, perhaps, perhaps”.

Milla 20
Sobre Ohio Av. La rasposita voz del cantante de GOMEZ interpretaba “See the world”, marcó un ritmo cómo de carrera que niveló mi esfuerzo, pues aunque me sentía bien, mi objetivo era guardar toda la energía posible para correr los últimos 500 mts y cruzar la meta de mi primer maratón corriendo. La última parte de la milla sonó “Surfin’ USA” de la banda más californiana del mundo The beach boys.

Milla 21
Sobre Eisenhower Av, comenzó otra de mis canciones favoritas, con la que he atormentado a muchos de mis amigos en las noches de Rock Band organizadas en domicilio conocido. Se trata de Maps de los Yeah,Yeah,Yeahs. En los últimos metros de esta milla comenzó una canción muy linda del Unplugged de Julieta Venegas que se llama "Ilusión" en la que hace un dueto con Marisa Montes que canta increíble.

Milla 22
A esta milla la bauticé como el bloque inglés. Ya sobre San Vicente Blvd. Escuchaba “Time for heroes” de Los Libertines y “Like a Rolling Stones” de los Rolling. Pasé por un cronómetro oficial pero no quise ver mi tiempo, pues me conozco y podría apretar el paso si los que marcaba no era lo que esperaba. Ya 35K, creo que fue aquí donde derramé mis primeras lágrimas.

Milla 23
Aquí comenzaron mi canciones motivantes, primero “I don’t wanna grow up” en la versión de los Ramones, inmediatamente después se ligó con “Pop goes the world” de The Gossip. En esta milla hice mi única parada, ví que un ejercito de voluntarios armados con sprays en cada mano aplicaban en las piernas temblorosas de los corredores un líquido que cambiaba expresiones. Así que me paré frente a uno de ellos y le pedí por favor que me lo aplicara (que podía perder 30 segundos, en una de esa era bronceador y acababa con un color de envidia) pero no, era una maravilla líquida que actuaba inmediatamente y enfriaba las piernas. Fue una sensación de alivio, recuperación y los mejores segundos invertidos en una parada. Aqui ya sonaba “A-Punk” de Vampire Weekend.

Milla 24
Ya venía chillando otra vez, pues ya había dejado atrás casi 40K y estaba feliz. “Ojalá que llueva café en el campo” con Café Tacuba sonaba mientras controlaba la emoción y revisaba de nuevo mis sensaciones físicas. Tomé powerade otra vez y la última parte la corrí acompañada de “Here comes your man” de los Pixies. Tres personajes notaron mi estado de animo y me rodearon, tres Elvis Presley corrían a mi lado y me gritaban: Go baby go!

Milla 25
Estaba nerviosa cuando llegué a la milla 25, ya solo faltaba una. Los Flaming Lips me acompañaron con “She don’t use jelly”, después sonó “Build me up buttercup” en la versión de Save Ferris, estuve tentada a comenzar a correr, pero recordé algo que dijo Germán Silva (atleta mexicano dos veces ganador de la Maratón de NY) Hay que apretar el paso hasta ver la meta. A la mitad de la milla ya estaba en Ocean Av. La brisa del mar alcanzó mi rostro y comenzó “Fridays i’m in love” de The Cure.

Milla 26
Ya veía la meta y comencé a correr con todas mis fuerzas, lloraba, escuchaba entre sollozos de alegría que cantaba Feist, en ese momento no identifique la canción (Vi la lista después y era Mushaboom) Vi el crono oficial sobre la meta y marcaba 04:34:21, me faltaba unos 200 metros, hice mi sprint y me repetía a mi misma que llegaría justo sobre las 4 horas con 35, no más y así fue... Levanté los brazos y reía llorando, cuando detuve el iPod sonaba “Three Little Birds” de Bob Marley and The Wailers.
No había nada de que preocuparse ya había cruzado la meta.
Gracias a todos, aunque no mencioné todas las canciones y a las personas que me las dieron, saben que estuvieron ahí... Lo curioso es que aunque acabé cansada, después de recibir la medalla, una cobija térmica diseñada por la Nasa y kilos de carbohidratos para recuperarme, ya estaba pensando en cual sería el siguiente.

PD. La loca de azul soy yo, cruzando la meta...