viernes, 6 de marzo de 2009

Manzanas


No sé si fue porque no la lavé, por el ayuno matutino o por el ocio creador que motiva un viernes en el periférico, pero una manzana desató cuestiones existenciales.

Mis afinadas tripas comenzaron a sonar a la par de una rolita de camera obscura que venía sonado en mi estación favorita, así que decidí tomarme la botellita de yogurt que llevo de lonche, desgraciadamente el líquido solo provocó notas más graves (de las tripas, no sean mal pensados) luego me acorde que el miércoles había metido una manzana en alguna parte de la mochila, le rogué a las fuerzas de la naturaleza que no se hubiese podrido, engusanado o de plano embarrado dentro de la misma.

La encontré, no hubo magulladura alguna sobre su cáscara. Medio la limpie con unos pañuelos desechables y le tiré la mordida, lo ruidos estomacales cesaron y pude escuchar a mi conciencia. 

No fue una iluminación, solo es uno de esos momentos en los que todo es más claro. Cuando notas que un esfuerzo extra no es en vano (siempre y cuando lo amerite) que a veces no es “el sistema” sino la apatía lo que no te deja avanzar, que aunque seas “creativo” hay que organizarse, que hay mucha gente pretenciosa y cuidachambas que pueden romperle la madre al más estructurado y valioso proyecto. 

Si me pongo chacalosa, ahora entiendo porqué no había que acercarse al manzano. Adán y Eva, los chisparon del paraíso el día que comenzaron a pensar.

Tengo hambre otra vez, ahora no retumba mi estomago, solo es el impulso, me pregunto si una ensalada césar y una pastita estimularán otra ensimismada. Espero comer con alto grado de satisfacción y nada de conciencia.

martes, 3 de marzo de 2009

Ampollas

Sé que después de un largo periodo de sequía, el tema de esta entrada merecía ser de algo más que de ampollas. Sin embargo y debido a los últimos acontecimientos, lo que ha distraído mi atención de temas profundos y reflexivos han sido un par de laceraciones (específicamente en el dedo meñique izquierdo y en el talón derecho)

La situación es que este par de molestas aberturas en la piel fueron provocadas, no por correr un maratón, sino por utilizar zapatillas (cosa que no volveré a hacer después de esta experiencia)

La cosa es que el taco alto no es lo mío (no sé en que momento de inconciencia cedí y me presente en la clausura de un glamouroso evento a 7 cms de la faz de la tierra) cómo diría algún afamado politiquillo por ahí: Lo mío, lo mío, lo que se dice lo mío... son los tenis. 

A pesar de todo trate de mantener un andar que no evidenciara mi falta de práctica con este calzado. Reconozco que me divertí mucho, aunque el festival tras bambalinas, aun no termina.

PD. El domingo 8 de marzo es la nike woman 10k, espero terminarla abajo de los 50 minutos, aunque entre las ampollas y los espaciados entrenamientos no puedo hacerme muchas ilusiones.