viernes, 3 de octubre de 2008

Trivias

Tengo que confesarlo, este día decidí hacer una pausa en mis labores (más bien, por fin no tengo llamado y digamos que me lo he tomado) para dedicarme a cazar boletos de los conciertos a los que quiero ir. El objetivo es que sean gratis.

He visitado varías páginas y resuelto al menos unas 10 trivias. Entre las que destacan la de James (en esta tuve una respuesta incorrecta de acuerdo al correo de confirmación, asi que ni me hago ilusiones) 2 de Manu Chao, 1 para Oasis y 2 para el Motorock.

Recuerdo que cuando era estudiante, esta era la forma común de obtener boletos para un concierto (había más tiempo o podía dedicarme sin culpa al ocio creador) después trabajé en una estación de radio y la gratuidad en los eventos musicales, multidisciplinarios y deportivos alcanzó su punto más alto.

Hoy, sigo disfrutando ganar cosas con trivias publicadas en los periódicos o preguntas lanzadas en algunas estaciones de radio. Pero antes de ocupar la línea o mandar el mail con las respuestas, imagino que debe haber alguna miniAme pandrosa, a la mitad de la carrera y con 20 pesos en la bolsa, esperando que su llamada sea la que entre y tener resuelto el fin de semana. Entonces cuelgo el teléfono o cambio a la página de venta de boletos para investigar cuanto cuestan y si esta quincena estamos de suerte.
It's something unpredictable,
but in the end it's right.
I hope you had the time of your life.

martes, 30 de septiembre de 2008

Diarios de Carretera Vol. 3

El miércoles pasado, viajé de México a Tulancingo por la ahora tristemente celebre autopista. Mientras recorríamos esta carretera y escuchaba el cover de Café Tacuba “Ojala que llueva café en el campo” no pude dejar de pensar en la elefanta que la noche anterior había muerto en alguno en esos carriles.

El día estaba lluvioso pero a lo lejos se podían observar las dos pirámides y un verde panorama que alcanza esos niveles de saturación solo en esta época del año. Traté de pensar en lo últimos momentos de aquel pobre animal, deambulando por la carretera, sin saber a donde ir o huyendo de alguna amenaza (en una de esas ahora esta mejor) También pensé en el pobre chofer del autobus (única pérdida humana) su última imagen del mundo fue surrealista. Un elefante a la mitad de una autopista, una gigantesca masa paquiderma bloqueando el camino (seguramente había lidiado antes con atropellamiento de perros, gatos, cabras y hasta ratas… Pero un elefante)

La elefanta salió a comer y no se pudo contener, corrió hacia la libertad. Con más cuarenta años dando espectáculo no quería quedarse en el circo por más tiempo. Cinco toneladas de ilusiones fueron impactadas por un camión de pasajeros.

Ya en Tulancingo la pregunta boba y el chiste ramplón no se hizo esperar

¿Qué tal el camino?
¿No se les atravesó un elefante?

Mi silencio fue suficiente como para obviar respuestas y comenzar a trabajar.


PD. Elefanta, ojala ahora si puedas columpiarte sobre la tela de una araña.