jueves, 6 de marzo de 2008

Los amores difíciles

Ayer tenía toda la intensión de escribir, pero tuve un laaaaaaaaaaaaaaaaaaargo llamado y al llegar a la casa solo alcancé a ponerme la pijama, leer un poco y calmar a mi bestia con algo de música. No quiero sonar pesimista pero el mundo esta lleno de gente indeseable, oportunista y floja. Con eso no descarto que las personas comprometidas, responsables y con amor a la vida no existan, pero a esas casi no me las topo, sería bueno encontrármelas periódicamente.

Cambiando de tema y dejando atrás mi queja sobre la bondad y la calidad humana de las personas. El martes por la noche, con la corriente eléctrica transitando por mis venas. La ausencia de sueño me colocó en una terrible disyuntiva: Tomar el control del Wii y jugar Raving Rabbits hasta que me dolieran los brazos o tomar un libro al azar y leer un cacho de lo primero que agarre sin ver (ese juego me ha dado muchas sorpresas) está vez ganó la lectura (aunque suene ñoño) y lo que mis manos escogieron fue un ejemplar de Los amores difíciles de Italo Calvino, libro emblemático cuando apenas había cumplido los 20. Quizá en esa época no entendía muy bien, la experiencia aun era escasa. A 10 años de la primer lectura, esas historias sencillas y cotidianas que se saltan lo obvio del amor, tuvieron el mismo efecto adictivo que tiempo atrás, pues, en cuanto lees el primer cuento no puedes parar. Un libro elocuente, que hace del desencuentro habitual una fábula maravillosa, donde el amor asoma modestamente. Donde no hay grandes tragedias, celos o vueltas de tuerca inesperadas. Solo hay estampas sinceras escritas de manera exquisita. Releí Aventura de un viajero y La hormiga argentina. En el primero un viajero que cae en cuenta de que el verdadero motivo de su viaje fue el viaje mismo y no el objetivo que perseguía. El segundo es divertidísimo, cuenta la lucha de los personajes por enfrentar a una plaga de hormigas, las situaciones y sentimientos que este inconveniente acarrea.

Calvino es un autor transparente, sin artificios, con una prosa exacta. Cuenta esas cosas que quisiéramos que nos pasaran, lo cotidiano fantástico, chocar con el hombre o la mujer correcta, decir las frases que nunca te atreviste a pronunciar o despedirte de alguien de la forma en la que querías hacerlo.

Me provocó mucha ternura volver a tener este libro entre mis manos. Pensé en los años que han pasado y sobre todo en lo afortunada que he sido. Es un gran texto, si pueden después de leerlo regálenselo a alguien. Creo quelo edita Tusquets o Ediciones Siruela.

PD. Tengo que ponerlos al tanto de mi siguiente reto atlético:

Número: 577
Categoría: Femenil 30-34 años
Distancia: 5 millas (8 KM)
Fecha: 9 de marzo 2008-03-06
Tiempo de entrenamiento: 8 semanas
Tiempo a superar: 46’31”

martes, 4 de marzo de 2008

Turn on your lights

Superado el bache del exceso de pago, se hizo la luz. A media tarde ya pude utilizar el microondas, hacer agua de zarzamora en la licuadora, conectar el iPod a la compu para su recarga, el teléfono inalámbrico revivió (habrá que regresar a lo analógico). Anoche, gracias a la bondad de nuestra vecina Paty, conectamos una extensión de su depa al nuestro, para evitar que el helado cookies & cream y las paletas de pelón pelo rico se derritieran. Salvamos la compra del domingo. Aunque no hubo desastres mayores, mi reflexión es la siguiente:

Aún cuando nuestra generación es dependiente de la corriente eléctrica, no hay que entrar en pánico (eso puedo escribirlo hasta ahora, ayer me jalaba los cabellos).

Siempre hay un alma libre (léase estudiante sin quehacer) y comprensiva que puede ayudarnos solucionar el desbarajuste: Gracias Edhy.

Se que me voy a balconear pero la neta quería ver el capítulo de la nueva temporada de Grey's Anatomy (Cursi y chacala)


PD: Si no llegan sus recibos de luz, no significa que se ganaron una beca gubernamental de subsidio eléctrico. Pensé que tenía dominado todo el aspecto doméstico.

PD2: Tomen agua de coco, ayuda a mantener la piel suave y a prevenir la caspa, la vejez prematura, las arrugas y las manchas cutáneas.

lunes, 3 de marzo de 2008

Luces de la ciudad

Definitivamente los lunes no traen nada bueno. Hoy por la mañana, camino al trabajo y casi cómo visión profética, recordé que mi recibo de luz no había llegado en mucho tiempo. De pronto, vía celular, la voz alarmada de mi hermana me anunciaba que acababan de cortar el suministro. Definitivamente este día no debería existir. Además el malcriado servidor público no esperó a que mi hermana apagara la cumpu y ya se imaginaran el drama. Pero lo grave no es eso, sino que cada segundo que avanza el día, mi refri gana temperatura, lo peor de todo es que... Ayer hice mis compras de la semana.

PD. Voy corriendo a sacar dinero para pagar el adeudo y reconexión.

PD2. Debería haber una forma para hacer que la compañía de Luz y Fuerza te mande los recibos vía correo electrónico y evitar a vecinas locas que coleccionan los recibos de luz para complementar la tapicería de la sala (mi vecina de enfrente, alias “la carichueca” se los roba para misteriosos usos)