jueves, 15 de mayo de 2008

Dedos

Soy una ardilla rabiosa.

Hice el voto de no escribir sobre esto, pero fue imposible cumplir. Tenía que desahogarme, sin rencores, es tan solo un manifiesto.

Me he quedado sola, mi compañero de entrenamiento ha desertado. Fue difícil encontrar un camarada comprometido para correr por la mañana. Ahora lo pierdo por culpa de su tesis, pues resulta que quiere obtener el papelito para estudiar una maestría en el extranjero. Al final de cuentas, todos tenemos ocurrencias. Quién soy yo para reprochar, juzgar o condenar haber tirado la toalla después de dos meses de disciplina deportiva. En mi caso, un día me levanté y dije: Voy a correr un Maratón (aun cuando jamás había corrido más de 3 kilómetros seguidos) definitivamente tenemos en común la espontaneidad en nuestras decisiones.

Aquel fatídico día (lunes por cierto) mi ex partner me dijo:
-No puedo levantarme tan temprano, tengo mucho que leer. El trabajo, la tesis, todo se junta y no descanso.

A lo que contesté:
-¿Me abandonas?...Destruyes el equipo de-dos que con tanto empeño hemos construido (evidente chantaje emocional). Adiós a las endorfinas, la neta que triste.

Él replicó:
-No te enojes conmigo. Por ahí de julio regreso a los entrenamientos, nada más que acabe.

En tono de ardilla ultrarrabiosa estructuré la última frase de ese día:
-Correré sola. Renuncias, ni modo así es la vida (que dramaaaaaaaaaa)

Nos despedimos, él se fue a su oficina y yo me quedé en la mía. Por la tarde trató de recuperar mi simpatía con un café del Jarocho. La invitación fue rechazada.

A unos días del suceso, con la cabeza más fría y algunos kilómetros en solitario, somos tan amigos como siempre. Lo eramos antes de mi extravagancia deportiva y lo seguimos siendo ahora.

PD. Mi hermana me dijo que Beck (así se apellida mi querido amigo y ex-atleta recreativo) se había tardado en recuperar la cordura. Que solo una persona tan excéntrica (subliminalmente dañada) como yo podía considerar divertido salir a correr antes del amanecer.

2 comentarios:

Juan Evers dijo...

No hagas corajes, ya encontraras una nueva víctima.

abrazo

América Gutiérrez dijo...

Gracias Juanito. Entonces a qué hora paso por ti?