domingo, 5 de diciembre de 2010
De 3 a 99 años
viernes, 26 de noviembre de 2010
Despierta América
Anoche trabajé hasta tarde en un “bomberazo”, mi trabajo de estos últimos seis meses han sido puros proyectos de última hora. Aun no me acostumbro al cambio de horario, cuando me asomo por las persianas acsi siempre me encuentro con un engañoso cielo gris viscoso, que generalmente, apoya mi moción de quedarme en cama.
Nunca he tenido problemas de sueño, mi bronca siempre ha sido levantarme por las mañanas, lo único que puedo hacer temprano es correr y como llevo casi una semana sin entrenar gracias al maldito resfriado crónico que agarre desde mi cumpleaños 33 ¡¡¡por los clavos de Cristo!!! (Humberto esta expresión no significaría nada si no la hubieras gritado a mitad del canal), no existe motivación para abandonar las sábanas.
Extrañaba escribir y leer. Hoy llegue tarde al trabajo, pero ya no tengo pendientes; sin embargo hay un nuevo director general y la neta no me preocupa. La tos va cediendo gracias al Jarabe de Ajolotes y tengo boletos para los Flaming Lips.
Hoy escuché en el tráfico de medio día (que cinismo el mio) I want the world to stop de Belle & Sebastian... Give me the morning, give me understanding...
sábado, 28 de agosto de 2010
Estudiar
Esta semana me convertí en estudiante (gracias a una convocatoria de la Thomson Reuters Foundation) y procuraré que suceda lo más a menudo posible.
El intercambio de ideas mantiene la sorpresa continua. Gente nueva, temas que parecían dominados y el inquietante reencuentro con mi curiosidad (cada vez que se echa a andar produce situaciones desquiciantes para los que me rodean).
El descubrimiento, las herramientas y lo mejor de todo la posibilidad de seguir creando, ahora desde una perspectiva diferente.
Gracias Manu y Guille. Un abrazo a ese bizarro grupo que formamos estos días, ojalá nos encontremos más adelante.
Ya lo dijo Savater en algún texto: Es mejor saber después de haber pensado y discutido, que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Estoy contenta, por eso regresé a mi blog y quiero seguir por aquí.
sábado, 3 de julio de 2010
Solo es fútbol
“Llora Maradona llora. Que baño le dio Alemania a Argentina.”
A lo que una querida y suceptible amiga argentina contestó: "Y claro como no puedes celebrar tu propia victoria... Ahora todos los mexicanos son alemanes. Qué pena"
Como le tengo cariño y la intención de esta publicación solo fue parafrasear las declaraciones de Maradona luego del partido contra México, decidí no seguir con la polémica.
El fútbol me gusta, digamos, moderadamente (personalmente prefiero los clubes y le voy al Barcelona) veía con ojos críticos que la selección mexicana alcanzara el quinto partido y me convencí de que los arbitros deberían utilizar la tecnología para tomar decisiones.
Le pedí a mi amiga que no se enojara, pero creo que para algunos definitivamente esto no es solo fútbol.
No me deprimí cuando perdió México al contrario, pasé la página y me topé con una notita acerca de una victoria discreta, individual y al mismo tiempo nacional. Esto sucedió el mismo día que Argentina le dio el baño a México:
27 de junio 2010
San Salvador, El Salvador
Notimex
Judoka mexicano gana oro en mundial.
http://www.eluniversal.com.mx/notas/690786.html
martes, 1 de junio de 2010
Carwash experience
La lluvia, el polvo y las burbujas de jabón de los vendedores callejeros habían dejado mi medio de transporte bastante mugroso. El fin de semana intenté llevarlo al lavado de coches de siempre. Precio módico, atención personalizada y lo mejor, no tener que esperar por él sino disponer del tiempo para hacer las diligencias pendientes. Mis planes se vieron frustrados pues una larga fila de conductores daba la vuelta a la cuadra.
Decidí mantener la troca en su jugo unos días más, hasta que una noche, ya de regreso a casa me topé con un llamativo y luminoso anuncio que me recordó una de las cosas características de California: Un Car wash automatizado.
Debo confesar que jamás había entrado a uno. Dudé, no me había acercado lo suficiente como para descubrir que era más barato que el lavado de carros habitual. Me liberé de la desconfianza cuando leí: Su auto limpio en 15 minutos.
Crucé la caseta, me dieron un ticket, recibí la indicación de quitar la antena y cerrar los espejos. Entre a un mundo de esponjas gigantes y chorros de jabón. El sonido es muy característico, hueco, líquido, no sé creo que tuve un momento de iluminación mientras el coche avanzaba en neutral por un riel. Ya en la salida unos ventiladores medio secan el coche y provocan el nerviosismo en todos los conductores (lo sé porque vi la cara de varios) pues se acercan al parabrisas con la leyenda de NO FRENE. ¿Qué pasará si frenas?
Igual apelé a mi civilidad y seguridad, hice lo que me indicaba el letrerito y llegue al final donde 2 trabajadores terminaron de secar la unidad con franelas y aspiraron y sacudieron el interior. Mientras esto sucedía observaba la cara de los conductores en fila, algunos sin expresión porque seguramente no era su primera vez en aquel lugar, otros angustiados seguramente con la tentación de pisar el freno y algunos, quizá como yo esperando a que -las cosas sucedan conforme a la gravedad, salvo que intervenga lo sobrenatural-.
miércoles, 14 de abril de 2010
26 miles to the sea Vol. ll
Sobre Eisenhower Av, comenzó otra de mis canciones favoritas, con la que he atormentado a muchos de mis amigos en las noches de Rock Band organizadas en domicilio conocido. Se trata de Maps de los Yeah,Yeah,Yeahs. En los últimos metros de esta milla comenzó una canción muy linda del Unplugged de Julieta Venegas que se llama "Ilusión" en la que hace un dueto con Marisa Montes que canta increíble.
viernes, 26 de marzo de 2010
26 miles to the sea Vol. I
21 de marzo 2010
4 am. Me levanté nerviosa, desayuné un sandwich de mermelada con crema de cacahuate, medio plátano y un té. Me vestí, acomodé el número y revisé que todo lo que necesitaba estuviera en la cangurera.
5 am. Mi incondicional equipo de apoyo (LFP, Mamá y Rick) me llevó hasta el Dodger Stadium.
6 am. Le di una vuelta a todo el diamante, para calentar. Estiré los músculos a nivel de cancha y disfruté de estar en ese legendario lugar. Me tiré en el pasto y observé como las estrellas desaparecían para dar paso al amanecer, fue una sensación que me tranquilizó antes de decidirme a buscar mi sección de salida.
6:30 am. Aunque tenía planeado correr 10 min. por milla, me coloqué en el corral de salida que indicaba 11 minutos para salir tranquila y hacer la carrera de menos a más. No quería dejarme llevar por la emoción y acelerar sin querer (mi ego atlético se molestó, pero fue una gran decisión) mientras pensaba todo esto, uno de los “animadores” anunció que el Chef Gordon Ramsay (F word, Hells Kitchen) también se encontraba en la línea de salida.
7:20 am. Se suponía que está era la hora de salida del llamado campo completo (que incluye a todos aquellos que no romperemos marcas mundiales u olímpicas) se atrasó 25 minutos y aunque mi nerviosismo aumentó, cuando el sonido local alertó que faltaba un minuto para el disparo de salida y miles de sudaderas volaron por el aire, me liberé de mi sudadera y de cualquier temor.
Ahora si, es de verdad...
Sonó el disparo y aunque tardé en cruzar la salida (creo que habían unas 7 mil personas delante de mi) iba disfrutando cada paso, checando mi ritmo cardiaco y sobre todo manteniendo la calma. Mientras trotaba esa primera milla observaba como el estadio iba quedando atrás y las porras se hacían cada vez más intensas, bandas estudiantiles y animadoras al más puro estilo americano.
Y se hizo la música.
Milla 2. La lista de canciones en mi iPod fue una de las cosas que influyeron para bien en esta primera experiencia maratoniana y quiero agradecer a todos los que se tomaron el tiempo de escuchar. Al inicio de esta milla empezó “In the morning” de The Coral, aunque iba concentrada no pude contener la sonrisa, sin darme cuenta ya habían pasado un poco más de 2K.
Milla 3. Tomé la calle César Chavez, cuando sonaba “Hip Hop No Pares” del Instituto Mexicano del Sonido, fue un tramo mexicano pues me quité los audífonos para escuchar un poco del mariachi que animaba ese tramo, así como aplaudir a un grupo de niñas que bailaban sobre un tablado El Son de la negra, casí chillo.
Milla 4. A la mitad de Grand Av. “Girl” de Beck, me hizo sacar la cuenta de que llevaba poco más de 5K a un buen paso. Por ahí también me quité los audífonos, pues un coro de Gospel cantaba con harto corazón par animar a las almas en tránsito.
Milla 5. En esta milla hubieron unas subiditas memorables, ahí pude ver en todo su esplendor la cantidad de corredores que había, fue cuando una prolongada cuesta se llenó de gente, parecían hormiguitas, miles de hormiguitas. Unos tambores japoneses retumbaban al ritmo de mi corazón, más adelante la rola con la que me recuperé fue "Yellow Sun" de The Raconteurs.
Milla 6. Estaba corriendo sobre Sunset Blvd. Que emoción, la calle era mía (bueno y de 24999 más). Pasé frente a Wako (mi tienda de libros discos y excentricidades favorita de LA, que antes estaba en Melrose) Ahí, la voz de Regina Spektor completó la secuencia, sonaba “US” cuando recorría la primera parte de esta mítica calle.
Milla 7. Mis pasos sobre Sunset se hicieron un poco más rápidos, creo que mi confianza aumentó al checar el crono, cuando según mi cuenta ya habían pasado los primeros 10K (es un poco complicado entrenar en km y correr en millas que es algo así como 1Km con 600mts) aquí mis Arctic Monkeys con “Crying lightning” me aceleraron lo justo.
Milla 8. Aun sobre Sunset, sonó “Pale Bride” de The Von Bondies. Iba un poco acelerada, pero la siguiente canción me hizo recuperar la cordura, “Laid”de James me recordó que aun faltaban 30 KM.
Milla 9. Las estrellas aparecieron en el piso, mis tenis ya estaban sobre Hollywood Blvd. Fue ahí donde comenzó una canción que a partir de ese día se convirtió en una de mis favoritas “Consolation prizes” de Phoenix, quieren calmar a la bestia... Pónganle esta canción.
Milla 10. Esta fue una milla bastante entretenida, por un lado el Pantages Theater, la Capitol Record Tower, por supuesto el Chinese Theater. Ahí sonaron “Forever lost” de Magic Numbers (Juanitooo, eres la onda, deberías ser asesor musical) y “All or nothing” de Au revoir Simone.
Milla 11. Seguí sobre el paseo de la fama, decidí tomar una naranja y un plátano (a esas alturas siempre me empieza a dar hambre) además de un poco de bebida isotónica cuya marca mencionaré cuando me patrocinen. Mientras como diría LFP: Le echaba fruta a la piñata, comenzó “Califonia Sun” de Los Ramones, seguida de “My Boyfriend’s back” de los Raveonettes.
Milla 12. Regresamos a un tramo de Sunset, ya me acercaba a la media y me sentía bien, con mucha fuerza. Comí cuando tuve hambre y bebí cuando tuve sed, Volví a checar mi ritmo cardiaco, mantuve 95-120 y 10 min la milla. Era el momento de ser hábil y guardar toda la energía posible. Sonaba “What’s the Frecuency, Kenneth” de REM y “I’m not calling you a liar” de The Florence & The Machine.
Milla 13. Ya casi iba a la mitad del camino, así que me entretuve viendo el famoso Chateau Marmont, sabía que harta celebridad había pernoctado en ese edificio, pero la única cosa que recordé fue que a la Britney le tienen prohibida la entrada. Escuchaba “Divine thing” de Soup Dragons (L, gracias por esta canción y por muchas más) antes de terminar esta milla empezó “Interstate Love Song” de los Stone Temple Pilots.
Habían varios letreros en el camino, uno fue ¡Don’t think, Run ¡
Hasta aquí llevaba 2 horas y 9 minutos corriendo.
Continuará...
jueves, 11 de marzo de 2010
Murió la Tía Julia
Esta novela tuvo mucho que ver con mi decisión de hacer radio (en estos días he pensado seriamente en volver a ese noble medio) pues me encontré con un maravilloso y desquiciado personaje: Pedro Camacho, escritor, locutor, creativo y excéntrico.
A qué viene todo esto, pues resulta que hoy en la mañana, al leer el periódico me encontré con la noticia de que la Tía julia había muerto.
Julia Urquidi, la hermosa tía política boliviana, divorciada y 12 años mayor que Marito. Rubia mujer en la que se inspiró la famosa novela autobiográfica (El género novelesco no ha nacido para contar verdades, éstas, al pasar a la ficción, se vuelven siempre mentiras, MVL) y que escribió su propia versión del asunto llamado: “Lo que varguitas no dijo” (que por cierto no leí) murió ayer por la noche.
“La tía julia y el escribidor”, fue publicada el año de mi nacimiento. 16 años después estaba en mis manos y la leía durante calurosas tardes chiapanecas, ya sea debajo de un almendro, en la sala de computo (único lugar de la escuela con aire acondicionado) o en la hamaca de mi casa.
¿Los hijos y la literatura son incompatibles?
¿Los genios siempre terminan locos?
¿Es posible revivir a un personaje en la secuela de una historia o cambiarles profesión durante la trama? (recuerden que estas preguntas fueron formuladas hace bastantitos años, hoy estas interrogantes son un tanto... Digamos, inocentes)
lunes, 8 de marzo de 2010
La ruta
Esta es la ruta de mi primer Maratón. No quiero abrumarlos, pero me gana la emoción.
Mejores 5K: 24:19 min.
Mejores 10K: 50:41 min.
Mejores 21K: 02:03:00 hrs.
Únicos 32K: 02:58:17 hrs.
Primeros 42K 195 mts: El 21 de marzo lo sabremos
viernes, 5 de marzo de 2010
Dos años después
Últimamente en los entrenamientos largos (hay pocas cosas que te motiven para seguir corriendo después de 3 horas) he variado la música que suelo escuchar y descubrí que me gusta correr con Regina Spektor, los Rolling Stones y mi nuevo descubrimiento (gracias Juanito) Florence & The Machine.
El 21 de marzo, como Perséfone traeré conmigo la primavera. El día y la noche durarán lo mismo, así que el sol estará quizá a la misma altura que yo, en el punto más bajo del horizonte.
Por cierto, regresando a la música y a mi lista de 4 horas, ¿Tienen alguna sugerencia?
jueves, 4 de febrero de 2010
Yeah
Por los pasillos del Palacio se paseaban adolescentes, jovencitas y otras no tan jóvenes disfrazadas de Karen O (tenias razón Evers, por eso fui normalita, pero la neta ganas no me faltaron de lucir como una estrella del avant punk). Desfilaban en mallones, vestidos estrafalarios, calentadores con minifaldas llenas de cadenas y brillos. Cabelleras negras oliendo a quemado imitando el lacio imposible de la vocalista. De hecho mientras hacia la fila para comprar papas y chelas, hice mi propio concurso y le di el primer lugar un travesti de unos 15 años que de ser más alto, habría podido firmar autógrafos.
Ya frente al escenario sabía que al menos la primera hora sería del It's Blitz! y que quizá no tocarían ninguna del Show your bones y que del Fever to tell seguro escucharía Maps.
Apareció Karen O y no podía esperan menos de ella, atuendo ecléctico rayando en la esquizofrenia, Brian Chase con su look de teto eterno azotando las baquetas con raro virtuosismo. Nick Zinner que literalmente acabó con las guitarras (el presumido cambiaba de modelo casi cada canción)
Una intensa de lluvia ojos cayó mientras el neón de una máscara en el escenario brillaba. Micrófonos rotos y la euforia de no sé cuantas mil personas cantando Y Control, es la síntesis de ese miércoles 27 de enero.
Repartidas en las dos horas de concierto aparecieron canciones que me hicieron la noche: Heads will roll, Gold Lion, una versión acústica de Maps (quizá me hubiera gustado escuchar la original, pues la batería no tuvo el lugar que merecía). Y para que los fans de corazón recuperáramos la fe en ellos, cerraron con la ruidosísima Date with the night.
LFP, gracias por invitarme, me divertí mucho. Evers, gracias por prevenir una fashion emergency.
miércoles, 20 de enero de 2010
Feliz año nuevo
Estos días he leído más de lo que escrito, voy a la mitad de un libro que no sé como describir (es bastante lejano, al menos en estilo a mis obsesiones habituales como Murakami) quizá es más cercano a lo que leía cuando estaba en la universidad, cuando descubrí a Moravia, quedé prendada de Calvino y me comprometí con Arreola.
Goran Petrovic es el primer serbio al que leo. Desde la primera página logró toda mi atención y provocó una especie de ternura conforme avanzaba. Perdí el miedo a explorar una lectura de la cual no sabía nada, cada parrafo está escrito con inocencia, pero a pesar de la sencillez la complejidad es infinita (eso es una paradoja, pero así de extraño ha sido el devenir de esta lectura) me hizo sentir cómoda, como si me hubiera puesto unas pantuflas y o me hubiera preparado un chocolatito caliente.
Hace mucho que una frase no retumbaba tanto en mi cabeza: Verba volant, scripta manent. Las palabras vuelan, lo escrito permanece.
La mano de la buena fortuna me tiene picada; llevo poco más de la mitad y cada que cierro el libro para regresar me queda la inquietud de continuar el viaje.
Feliz año nuevo, me da gusto recuperar la confianza a través de de las palabras.