lunes, 1 de diciembre de 2008

Alucinaciones por Dr. Pepper

Nunca he sido fanática del refresco de cola. Pero recuerdo que en algún momento de mi infancia probé la famosa (hoy descontinuada) cherry cola. Esa rara mezcla de cereza con cola se convirtió en el sabor de mi primera década. Con el tiempo deje de tenerle cariño a las gaseosas y he adoptado el gusto por bebidas de diversos tipos, sabores y graduaciones.

El viernes por la tarde recuperé el sentido del gusto y con tal de olvidar el sabor del jarabe que me recetaron, decidí recurrir a la máquina expendedora de chucherias. Ahí, con moneda en mano, descubrí que había latas de Dr. Pepper (juro que tiene el “taste” de la vieja cherry cola) por suerte esta vez la máquina funciono bien y recibí mi lata.

Ya frente a la computadora, sorbito a sorbito iba acabando con el contenido de la misma. Acababa de comer y estaba leyendo una investigación sobre la mujer en la guerra cristera. No sé si fue el jarabe mezclado con el Dr. Pepper o lo intenso de la lectura, que de repente dí un pestañazo profundo.

Fade a blancos o una bruma clichetera que indica sueño efimero:
Axl Rose frente a mi escritorio, explicándome los motivos del retraso de su último disco. Justificando que la esencia de Guns se mantiene a pesar de ser él, el único miembro original.
Lo primero que le dije fue: Si se tandan un poco más. China habría abandonado cualquier práctica comunista y el título del disco habría perdido su chiste.
Rose hizo una mueca.
El último cabeceo fue tan intenso que me desperté, tomé mi último trago y tiré la lata.

Dos días después escuche el sencillo en Radio Ibero. Decepción total, que ganas de echar a perder, tiempo, dinero y el buen nombre de una banda que tuvo sus aportaciones en alguna época.

Dato inútil: El lanzamiento del disco fue pospuesto tantas veces que la compañía de refrescos Dr. Pepper prometió una lata de su bebida gaseosa a cada uno de los habitantes de EE.UU. si éste salía en 2008. Ahora si que va a estar en chino cumplir.

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