jueves, 21 de agosto de 2008

Disparo y luego averiguo…

Hace cien años, un día como hoy nació uno de mis fotógrafos favoritos: Henri Cartier-Bresson (varias de sus fotos han servido para adornar este blog)
Bresson decía que su cámara no atrapaba imágenes sino instantes decisivos (título de uno de sus libros) libres, corrientes y quizás hasta comunes. Visitó la india (muerte de Ghandi), China (El inicio de la República Popular China) cubrió escenarios de la segunda guerra mundial, puso a cuadro muchos recovecos de Francia y también pasó por México.
Las imágenes de de nuestro país son poderosas y desastrosas al mismo tiempo, son intensas y conmovedoras. Captó el lado oscuro de México con gracia y economía de medios. Podría seguir buscando adjetivos, pero la finalidad de esta entrada es celebrar la elocuencia que tuvo en el momento de hacer clic frente a un acto cualquiera.



“Para dotar al mundo de significado, hay que sentirse implicado con lo que se recorta en el visor. Esta actitud exige concentración, sensibilidad, sentido de la geometría. A la sencillez de expresión se llega por una economía de medios y, sobre todo, por el olvido de uno mismo”. Henri Cartier-Bresson

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La foto de la escalera espiral me recuerda una en el mirador de Villahermosa.
Breson rules!!

América Gutiérrez dijo...

Que chido, esas emociones son las que despierta un fotografo como este. Todos tenemos el recuerdo de haber visto escenas como estas. El joe de Bresson tiene el plus de de quedarse para la posteridad. Saludos

zocadiz dijo...

la segunda foto que pones es un fotomontaje? la señora sale de la puerta? o como?
Me gusta la de la cruz de palo. Pondré algo de él por mi blog.
Nos leemos.

América Gutiérrez dijo...

Ninguna es fotomontaje, la mujer que se asoma(prostituta del mexico posrevolucionario) tiene una perspectiva que nos hace pensar en un montaje (sin embargo es el ángulo y la textura que logra esta extraña estampa)La foto de la cruz es a los pies del Popocatépetl, en su paso por México dejó fotos con un aura muy especial. Saludos

Anónimo dijo...

ES VERDAD LO DE LA FOTO DE LA ESPIRAL YO TOME UNA IGUAL EN VILLA HERMOSA, SIN CONOCER LA OBRA DE Henri Cartier-Bresson, ESO SOLO NOS DICE QUE NO SOMOS LOS ÚNICOS QUE VEMOS EL MUDO DE ESA MANERA.

PATY