La sociedad de consumo y sus tentadores meses sin intereses permitieron que complementara mi adicción a los videojuegos interactivos con un aparatito que se llama Wii-fit. Me endeudé pero cada peso vale la pena.
Dejando atrás los motivos de mi inusual felicidad en lunes. La semana pasada, traté de recordar la razón por la cual durante los honores a la bandera, en el CEBECH (Centro de Educación Básica del Estado de Chiapas) orgullosa alma mater de kínder, primaria y secundaria pública de la que escribe, se entonaban no uno sino tres himnos.
Primero el Himno a Belisario Domínguez
(procer chiapaneco al que le cortaron la lengua en el panteón de Xoco, por soltarle sus verdades a Victoriano Huerta, ahora dan un medalla en su nombre y a favor de la libertad de expresión)
Suena la marimba del maestro Aníbal.
Tan, tan, tan, tan, tan, tan…tan
Tan, tan, tan, tan, tan, tan…tan
¡Honra y gloria al varón chiapaneco!
que sin miedo al tirano reto,
con su voz flagelante que el eco,
por los valles también repitió.
Gloria ilustre Domínguez tu vida,
fue cegada por odio traidor,
y hoy la patria por ti tan querida.
Viene ufana a ofrendarte su amor.
Después, otra vez la marimba y ahora el himno a Chiapas
Tan, tan, tan.
Tan, tan, tan… Tan, tan, tan..tan
¡Compatriotas, que Chiapas levante
una oliva de paz inmortal,
y marchando con paso gigante a la gloria camine triunfal!
Cesen ya de la angustia y las penas
los momentos de triste sufrir;
que retomen las horas serenas
que prometen feliz porvenir.
Que se olvide la odiosa venganza;
que termine por siempre el rencor;
que una sea nuestra hermosa esperanza
y uno sólo también nuestro amor.
Al final y también con marimba nos echábamos el himno nacional completito (todas las estrofas) Creo que esos melódicos lunes, con ceremonias patrióticas de larga duración; sirvieron para que a las 8 horas de la inclemente mañana chiapaneca, quedaran grabadas cual huella indeleble y por el resto nuestras vidas, los intensos recordatorios de nuestra mexicanidad.
La recompensa fue perder media hora de clases con la maestra Carlota, al menos dos ciclos escolares. Aun no sé si el alto sentido de responsabilidad nacional o la mera costumbre, nos condenaba a repetir semana a semana el extraño ritual musical, que comenzaba con unas efemérides locales.
5 comentarios:
Definitivamente me encanta su blog, estoy seguro que su genio y figura verbal se plasman directamente y en un disparo atinado en cada "teclazo" que martillea, le felicito por su sitio y enhorabuenra por Usted, que es una persona inteligente.
www.fuerachilangos.blogspot.com
Me encanta como escribes, descubrí tu blog por que igual estudié en el CEBECH y buscaba la letra del Himno al Dr. Belisario Domínguez.
Te felicito! Recibe un saludo
Sin duda esto me hace extrañar el CEBECH, nada de audio o pista, todo en directo.
Muchas gracias ^^
Quisiera recordar el himno del cebech.
Cebechista que anda te detenga, en tu marcha hacia el futuro.
Saludos a todos los Cebechistas
Excelente escuela, mis mejores recuerdos de infancia, están allí 💓
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