viernes, 29 de febrero de 2008

Clásicos de terror y traición

No hay nada peor que la invasión de tu espacio. Resulta que por motivos de producción anduve en Monterrey y deje mi oficina solita, a merced de cualquier acto de vandalismo y ocupación. Ahora que regreso, resulta que la mitad de ella está convertida en sala de edición, pero lo peor no es eso sino el editor. No quiero entrar en detalles, pero es un personaje con quién en labores anteriores tuve ciertas fricciones; los que me conocen saben que fueron francos enfrentamientos por la estupidez de la novia en turno del sujeto, a la cual pusieron a trabajar en un proyecto conmigo y resulto una completa inútil, lo que significó doble chamba para su servidora, y la verdad resulta incomodísimo (el silencio es sepulcral).

Ni modo, hay que hacer de tripas corazón e ignorar. Espero que sea temporal, pues dentro de poco mi trabajo cambia de domicilio (espero que todo esto sea porque se acerca la mudanza). Me encanta estar sola cuando tengo que hacer el papeleo y si es inevitable por lo menos que me den chance de elegir.

PD. Gracias a Steven Paul Jobs por haber inventado el iPod

PD2. No soy diplomática, mi transparencia es indiscutible, he traído jeta todo el día

1 comentario:

Juan Evers dijo...

Pues denle cuello al editor y yo tomare su lugar gozoso, aunque advierto que no soy nada barato.

Por cierto , me gusta como "gozo" no significa lo mismo aquí, que en Brasil.
Un abrazo