miércoles, 26 de agosto de 2009

Fantasmitas del asfalto

Creo que esta vez no tengo el humor, ni la habilidad literaria para adornar mi segundo tropiezo del año (literal, un mega madrazo, pero sin heroicidad, pura distracción y torpeza)

Domingo 23 de agosto, las Suelas Ardientes Pro (División del equipo atlético integrada por Gabriel y yo) ibamos nerviosos y gustosos a correr lo que sería el segundo medio maratón para mi rizado amigo y el cuarto para mi.

El clima era el adecudado, el ambiente tranquilo, las playeras rojas con tecnología climalite que auguraba exito (aunque nos quedamos nerviosos pues los organizadores jamás abrieron el estacionamiento y terminamos varados al lado del auditorio nacional)

Todo parecía esperanzador, parecía que una buena carrera nos esperaba. Desgraciadamente a la altura del kilómetro 7, mi mente se atrasó, mis piernas dieron un mal paso y me tropece con los vulgarmente llamados fantasmitas del asfalto.

Un fantasmita del asfalto me hizo resbalar y perder el equilibrio. Quisé cuidar mis rodillas sacrificando el costado superior derecho de mi cuerpo. Lo logré, caí sobre el brazo derecho y mis piernas estaban intactas. Gabriel fue el primero en ayudarme, otro corredores también se detuvieron y me echaron una mano (además de recoger los 8 pesos moneda que salieron volando de mi canguro)

Desgraciadamente, el golpe al orgullo fue el más duro, entre el dolor y la pena, olvidé mi estrategia de carrera, apreté el paso sin pensar que aun faltaban dos terceras partes de la carrera.

Ya para el kilómetro 15 comence a cansarme, pero decidí que buscaría repornerme. Fue inútil, nos dieron las dos horas en el kilometro 19 y terminamos la carrera en 2 horas con 14 minutos, el peor tiempo registrado en mi carrera atlética.

Al cruzar el kilometro 21, seguía pensando en los fantasmitas del asfalto.

3 comentarios:

El Velvet de Cierto Pelo dijo...

Me encantan tus aventuras en el camino.
Saluditos y que te mejores de sendos...ya sabes.

Xavier dijo...

Bueno, para la próxima, de todos modos estuvo muy bien...

Yo recuerdo cuando jugaba y entrenaba basquet que el entrenador nos decía que cuando nos paráramos después de caer, nos tomáramos un tiempo, pues el cuerpo entra en un estado de shock y hay que regularizar todo. No sé si sea relevante, pero me acordé. Si servía.

¡¡¡Malditos fantasmitas!!!

América Gutiérrez dijo...

Mi velvet, gracias por leer a pesar de mis desapariciones de la blogosfera.

Javier, creo que si me vuelve a pasar tomaré en cuenta eso de recuperarme de shock. Y en efecto malditos fantasmitas¡¡¡¡