miércoles, 1 de abril de 2009

Intimidades de un cepillo dental


Por la mañana tuve que padecer lo inevitable: Mi visita al dentista.

A pesar de haberlo postergado lo más que pude, por trabajo, tertulias o cualquier otro pretexto. Hoy no tuve más remedio que ir.

Es horrible el olor y el sonido. No puedo describir ni una sola experiencia placentera en mis visitas odontológicas. Cuando la doctora se asomó a mi cavidad bucal, hizo una expresión de “no es tan grave” pero sin decir nada me inyectó la encía y comenzó la tortura (más sicológica que física, pues la neta no sentí nada más que el terrible piquete inicial) 

Traigo tres curaciones y mañana terminará el trabajo (sentí que estaba tratando con una asesina a sueldo y no con una profesional de las caries)

Así que esto aun no ha terminado. Lo que más me duele es no comer bien (vaya que tengo buen diente, literalmente hablando) y pensar que utilizaré de nuevo los paladares (cuando la doctora les diga que los dientes tiene memoria, háganle caso) podría añadir que aparte de la buena memoria, los dientes también guardan rencores. 

Tengo hambreeeeeeeeeeeeeee.

6 comentarios:

gamaliel dijo...

yo tengo una larga y tormentosa relación con los dentistas, desde que me sacaron premolares siendo muy chiquillo, pasando por el uso de brackets, paladar, y otras linduras, hasta la mas reciente, que fue una extracción y consecuente uso de un puente (que por cierto extravié) lo que colaboro de manera definitiva para que sintiera de lleno mi entrada en la "adultez"...

Odio las visitas al dentista, te entiendo perfectamente, mi estimada Ame, espero la incomodidad pase lo mas pronto posible...

Y si, disfrute por ambos de ese pastelito

saludos...

América Gutiérrez dijo...

Gama, gracias por compartir el sentimiento. Saludos y en cuanto pueda jura que voy no por una sino por dos rebanadas de pastel para mi solita.

zocadiz dijo...

idas al dentista... nunca han sido agradables, menos porque cuando era pequeña lo tuve que hacer con frecuencia. Ahora les huyo!
Prefiero estar chimuela.

Miltonick Gomay dijo...

Si caray, quién tiene buenas experiencias con estos seres anticaries...??

recuerdo que de niño me tuvieron que amarrar (como puerco) para extraer un colmillo o algo por el estilo, pero si fue muy frustrante :S

y no hace mucho, con la muela del juicio que por alguna extraña razón sale en 3 partes... 3 veces más dolor...

una vez terminado tu martirio, lo mejor será NIEVE DE LIMÓN !¡

abrazos...

América Gutiérrez dijo...

Zocadiz, eso de ser chimuela no es mala idea!!!

1000ton, Seres anticaries? me gusta el término. Y viva la nieve de limón, lo malo es que no salgo de uan para entrar en otra ando con una gripa que para que te cuento.

Azul dijo...

Yo te acompaño en tu sufrimiento jeje, pues también estoy ahora en un tratamiento y te comprendo perfecto, sobre todo la parte de la tortura psicológica (ese taladrito infernal!)... =(
Saludos