Aun cuando el título sugiera que me la estoy pasando bomba en Monterrey, siento decepcionarlos pero no es así. Llegué hace tres días y he trabajado desde que sale el sol, hasta que se oculta. Les cuento que hoy durante uno de los traslados en estos áridos territorios. Don Carlitos, amable chofer cuya encomienda es nuestra transportación, tuvo a bien sintonizar una estación donde transmitían una rola del Rebelde del acordeón. Sin pudor alguno comencé a tararear la canción Aunque no sea conmigo, la mirada incrédula de mis acompañantes no se hizo esperar, pero igual seguí cantando. La cumbia de Celso Piña es un valuarte del norte (su música, me hace consciente del salto espacio temporal que representa viajar del centro pa' arriba) y si tienen oportunidad busquen estos dos discos: Barrio Bravo y Una visión. No se van a arrepentir.
PD. Extraño la Ciudad de México.
PD2. ¡Cumbiaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
1 comentario:
Traigase unas cocas regias!!!! De esas de lata de 600ml.
ahhh que belleza
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