viernes, 1 de febrero de 2008

De tamales y carnavales

Alacena, 1942.Maria Izquierdo.

No me gustan los tamales que se preparan del centro del país. Extraño los del sur, esos que van envueltos en hoja de plátano, como los que hace mi abuelita Celia con chipilin y queso chiapaneco. Además no hay como la fiesta grande de Chiapa de Corzo, con parachicos, chiapanecas y hasta combate naval (puro cueterío). Y lo mejor de todo es cuando andas en la bola, comes gratis, nada más con echar unos pasitos y gritar con todas tus fuerzas “Viva el señor de Esquipulas” el dueño de la casa donde baila la gente, debe darles un tamal y algo de tomar, así que ya se imaginaran como acabas entre comida y traguitos de “mistelita”.

Soy feliz viviendo en la Ciudad de México, sin embargo no dejo de extrañar algunas prácticas, usos y costumbres de mi terruño. Además mañana es cumpleaños de mi abuelito Cándido –es evidente porqué le pusieron así- De seguro, ya están preparando la fiesta de los ochentaitantos y cocinando aquellos sabores tan comunes y poco valorados durante mi infancia. Nota: en Chiapas tu cumpleaños dura dos días, la vispera, toda la familia te lleva una corona de flores que ponen en tu cabeza por ser el festejado, que además lleva cena y borrachera incluida; y la fiesta del mero día, que puede prolongarse lo que quieras o hasta que se acabe la comida y la bebida.

Un tamalito de jacuané, para empezar, el picte de elote que es de mis favoritos, y los clásicos tamales de toro pinto (la única que los hacía bien, era mi abuelita América que seguro anda bien divertida en el más allá) de esos que nunca faltan en el cumpleaños del Abuelito. Seguro mi papá ya compró unos dos kilos de butifarra de Comitán, en la presentación que yo bauticé como kit para borrachos, ya que incluye: Butifarra en trozos, medio limón, dos tostadas, una bolsita de valentina y por último un palillo. Lo acompañas con la chela o el tequila y no necesitas más. Como diría el buen Anthony Bourdain: Un gran ejemplo de FOOD FAST que nada tiene que ver con el FAST FOOD.
Feliz día de la candelaria, al menos para los que no sacaron muñequito.
Glosario

Chipilín: Hojita deliciosa, o en términos científicos: Leguminosa herbacea que sirve para darle un sabor especial a los tamales.
Mistela: licor de nanchi, nanche o nance fermentado, que por dulce, notas que se te sube cuando ya estás bailando con un parachico.
Tamal de Juacané: Tamal de hierba santa con pepita molida y trozos o polvo de camarón seco.
Picte de elote: Tamalito dulce de maíz, lo adoro, es más ya se me antojó.
Butifarra: Embutido de carne, con nuez moscada, pimienta y anís molida. Sugiero que duerman solos el día que se consuma.
Candelaria: Día en el que se encienden las velas o candelas para la purificación de la Virgen María, de donde surge la costumbre de presentar a los 40 días de nacidos a todos los chamacos y neutralizarles los pecados( ¿Cuales? ¿A esa edad? pero bueno). Pero que actualmente ha sido agarrado como pretexto para hacer tamalizas de a grapa, a costa de los golosos que no pudieron resistirse a un pedazo de rosca.

jueves, 31 de enero de 2008

Bridge over troubled water


Ashes, 1894. Edvard Munch.
When youre weary, feeling small,
When tears are in your eyes, I will dry them all;
Im on your side. when times get rough
And friends just cant be found,
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.

Like a bridge over troubled water
I will lay me down.

No es difícil poner de nuestra parte, siempre y cuando estemos dispuestos a reparar lo que se descompuso.

PD. Espero sirva de algo.

miércoles, 30 de enero de 2008

Visiones


Hace dos años, hice la producción de un documental sobre ciencia y tecnología en México. Nunca se terminó de editar, hoy llegué a uno de esos archivos olvidados y encontré estas fotos que fueron tomadas por una amable laborartorista con un microscopio electrónico de barrido, que utiliza electrones y no luz para formar una imagen. Me las quedé viendo mucho rato, es impresionante la profundidad de campo, el grado de detalle te deja sin respiración. Tanto que me animé a escribir algo.

Cuento corto de amor y engaño

Existe una guapa orquídea, llamada Ophrys apifera; que ha logrado enamorar en secreto a la avispa macho.

Durante cada encuentro, Ophrys desprende un aroma muy especial y transforma su labelo en un holograma, semejante a la figura femenina de una avispa. El pobre avispón, pierde el juicio y se abandona entre los pétalos de la coqueta flor.

Este elegante ejemplo de seducción, es en el fondo, mera supervivencia. La atractiva Ophrys, con prisa vegetal, acaricia arrebatada al insecto con el polen de sus estambres.


Cuando la avispa macho vuela a otra orquídea, se produce sin remedio la polinización. El ansioso enamorado, que ha sido apenas un simple intermediario, lo ignora todo. Para la embustera y encantadora Orphys es un polinizador más.

El avispón, tan solo ha sido un amante imaginario.


PD. La autora de la fotos es Lourdes Mondragón, encargada del laboratorio del IT de Morelia, Michoacán. México

martes, 29 de enero de 2008

Un horrible bloqueo de la memoria…

¿Ha sucedido o no ha sucedido? En mi cabeza se ha formado un vacío ambiguo, que podría deberse igualmente al trauma de lo que ha ocurrido o al cambio que significa lo que está por ocurrir; y no acierto a llenar ese vacío. Fragmento, cuento de Alberto Moravia.

Hoy es uno de esos días en los que la hoja en blanco se queda pegada en el parabrisas de tu salpicadera neuronal y por más que intentas quitarla sigue ahí (lo sé…suena chacal, pero es la pura neta)

Pude haber escrito sobre…

El look “Emo” de Mr.Beck.
(pantalones verdes unisex, de corte entubado. Pete Doherty Style)

Mis preocupaciones sobre los bienes raíces y el calentamiento global
(sobre si debo o no, comprar un terrenito en Alaska o Islandia)

Las ampollas de mi pie derecho
(que gracias al iPod, son casi olvidables mientas corro)

Del Sagrado Corazón
(eternas preguntas teológicas sin responder)


Más bien no pude escribir sobre nada…
No quise, no sé…
A veces quiero y finalmente no puedo.
Me confundo.

La ardilla rabiosa está incontrolable.

lunes, 28 de enero de 2008

Último lunes de enero



Sol matinal 1952. Edward Hopper

Hace una semana por fin pude ver a Pau, platicamos y bebimos. El sábado, después de mucho, pudimos ir al cine con Juan y Jovanna. Esos pedacitos de vida, hacen que se te olvide que cada semana trae un lunes, que la segunda quincena de enero es larguísima y que te dejaron sin un quinto, pues había que dar la “coopera” pa’ los tamales del 2 de febrero.

Es reparador pensar en los momentos con los amigos, recordar la naturalidad con la que uno habla de sus locuras, o poner sobre la mesa el más exótico de tus desvaríos. Reír hasta chillar o viceversa. Trabar conversación sobre cosas insignificantes y sinsentido, se convierte en algo que vale la pena, cuando en otro momento... confieso que lo hubiese considerado una pérdida de tiempo.

Muchas veces me tomo demasiado en serio, soy inflexible, intolerante y hasta necia. Pero a través de los ojos de mis amigos descubro mejores versiones de mi misma.

Me divierto mucho con ustedes.

PD. Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo estamos y se esperan a oír la contestación. No sé quién lo dijo, pero prometo darle crédito pronto.